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Las bajas temperaturas no tienen por qué suponer el cierre de las terrazas y zonas exteriores en los establecimientos; los calentadores eléctricos permiten acondicionarlas para su uso durante todo el año, mejorando su facturación y rentabilidad.
Los calentadores eléctricos funcionan mediante lámparas halógenas de rayos infrarrojos. Se trata de una calefacción natural, similar al calor del sol, un calor saludable, sin ruidos, gases ni olores, no produce residuos de combustión ni absorción de oxígeno.
Los calefactores eléctricos por infrarrojos no calientan el aire, calientan a las personas y objetos; es una sensación parecida a la de ponerse al sol en un día frío. El calor se dirige a donde se necesita, y no se producen pérdidas por circulación o ascenso del aire; por eso tampoco le afecta mucho el viento, lo que lo hace un sistema óptimo para uso en exteriores. Los infrarrojos proporcionan un calor agradable y una luz cálida que consiguen que los clientes se sientan cómodos en un ambiente confortable.
Los calefactores eléctricos por infrarrojos son un método de calefacción sencillo, efectivo y económico, ofrecen alto rendimiento y bajo consumo. No necesitan tiempo de calentamiento, dan calor inmediato al encenderse, con el consiguiente ahorro.
Existen distintos tipos de calefactores eléctricos que pueden fijarse al techo, a la pared o bajo sombrillas o toldos, además de los sistemas de pie, facilitando su integración en la decoración del local.
Esta lámpara calentador eléctrico de pie tiene las siguientes características:
- Potencia: 1200-1800-3000 W
- IP:44 (índice de protección, adecuado para uso en exterior)
- Medidas: diámetro máximo 76 cm (“sombrero”) x 2.10 m altura
- Peso: 18 kg