Los aros y moldes de emplatar se han convertido en un utensilio imprescindible en las cocinas profesionales y muy habitual en las cocinas domésticas. Gracias a ellos, la presentación de un plato puede resultar mucho más atractiva.
La función de los aros y moldes de emplatar ya la conocemos, delimitar los alimentos que se colocan en su interior en un área del plato. Los moldes se retiran justo antes de servir, presentándose así antes los comensales con una cuidada línea o expresión geométrica. Los aros y moldes nos permiten emplatar, además de dar forma a la presentación, realizar lo que se podría denominar un milhojas o presentar los ingredientes que componen el plato formando capas manteniendo cada uno de ellos la misma forma, pudiendo jugar con los colores y proporcionar un especial atractivo visual del plato.
Los aros para montar platos empezaron a utilizarse en pastelerías, la parte dulce de la comida siempre se ha fijado más en el estilismo. A la hora de trasladarlo a cualquier tipo de plato recordamos que se empezó con los aros (redondos), también los moldes cuadrados han sido los más usados, pero ahora los podemos encontrar de cualquier forma, ovalados, hexagonales, rombos, pirámides… Un alternativa a estos aros y moldes que generalmente son de acero inoxidable, son los rollos de acetato que nos permiten hacer moldes desechables del tamaño y la forma deseada, e igualmente podemos encontrar de distinto tamaño para hacerlos más altos o más bajos.
Son ideales cuando hay que servir una cantidad elevada de platos que se quieren presentar dándoles forma con el molde, y para lar repostería entre otras cosas. Los que nos han gustado también son los aros y moldes de emplatar con mango, igual de prácticos a la hora de desmoldar, pero también pueden resultar interesantes para dar forma a la materia prima, por ejemplo estando en la sartén, aunque hay que recordar que el calor se transmite al asa y habrá que protegerse para no quemarse.
